Van Gogh |
BREBAJE
No sé si me
molesta
más tu silencio
que la
algarabía de ese parque
atestado de
niños y de viejas.
Nos
disputamos
las sobras
de un banquete miserable,
una gota de
vino amargo,
el último
reproche
o quién da
el último portazo.
Y la tarde
ralentiza sus afrentas
como un
brebaje envenenado
de azaleas y
naranjas.
De “La flauta del sapo”
"...Nos disputamos las sobras y disfrutamos con tus versos..."
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día "miguiña"
jejeje... el gentil poeta siempre tan amable. Un abrazo, miguiño.
EliminarLa tristeza de una vida amarga.- Besicos.
ResponderEliminarBesicos... ¿Qué tal la nana? ¿Sabes algo?
EliminarDuro brebaje ese. Más frecuente de lo que uno a veces desearía. Bien poetizado.
ResponderEliminarUn abrazo Aurora.
Duro, sí... pero más real de lo que pueda parecer, ¿a que sí? Un abrazo, Miguel Ángel.
EliminarHola Aurora: Mejor no probar el brebaje eh!!! Admiro ese manantial de poesía que emana de ti, de cualquier cosa, haces un gran poema.
ResponderEliminarGracias, Aurora, ha sido un placer enorme pasar a leerte.
PD, no puedo pasar con frecuencia, voy poco a poco, tengo algunas ataduras que no me dejan tiempo libre.
Te dejo mi gratitud y mi admiración siempre.
Un abrazo y se muy feliz.
No te preocupes, Marina. Yo tampoco dispongo de todo el tiempo del mundo. Además, esto debe de servir para sentirnos cómodos y resultar agradable, nunca una obligación que nos sujete como unos grilletes.
EliminarUn abrazo.
Muy bonito, Aurora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo, Amalia. Y mi agradecimiento.
EliminarPrecioso Aurora, muchas gracias por tus palabras. Besos.
ResponderEliminarGracias a ti, Teresa. Un gran abrazo.
EliminarA veces mejor el silencio que disputarse las sobras, amiga Aurora.
ResponderEliminarUn abrazo
Fina
Ya lo creo, Fina. Pero a veces podemos ser tan mezquinos que llegamos a eso. Muchas gracias por leerme, un abrazo.
EliminarLas amarguras de una convivencia gastada,con más odio ya que amor.
ResponderEliminarLo has expuesto a la perfección en estos versos.
Saludos.
Bueno... que no cunda el ejemplo. Hay cosas que es mejor dejarlas antes de llegar a extremos así. De todos modos... es un poema.
EliminarGracias, Jerónimo.
Hay silencios que van amargando el alma, se embriagan de musitada desesperanza. Un abrazo Aurora.
ResponderEliminarUn abrazo, Lumi. Así es. De todos modos, siempre amanece. Muchas gracias.
ResponderEliminarLlevas razón el silencio, a veces, duele más que las palabras. Un abrazo
ResponderEliminarMucho más porque, entre otras cosas, lleva implícito el desprecio. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso, escueto y profundo.
ResponderEliminarSiempre en los labios es preciso una palabra.
Me emocioné con tú ultimo comentario en Palabras sueltas,¡graciassss!
Un abrazo, Pilar
Gracias, Pilar. La emoción es una forma de sentir que vivimos. Un abrazo.
ResponderEliminarUn brebaje envenenado de azaleas y naranjas..
ResponderEliminarImpresiona.
Un abrazo cordial.
Buffff... pues sí, eso pienso,. Un abrazo.
EliminarUna síntesis magistral...que nos muestra la elocuencia del silencio,que a veces duele y aleja.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande por tu imspiración y buen hacer,poeta y compañera.
M.Jesús
Gracias, amiga. Es un honor tenerte por aquí. Un abrazo.
ResponderEliminarbreve, conmovedor y muy ilustrativo...
ResponderEliminarun cariño,
Gracias, Mónica. Un abrazo.
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