Fotografia de Sara Fernández Suárez
REGRESO
Qué frío y qué silencio
me golpea el corazón
al abrir otra vez la puerta de la casa.
Qué de bruma y escarcha en las paredes,
huellas de otras vidas, humedades,
rancias botellas de licor,
anaqueles vacíos y antiguas alacenas.
El sapo aún toca
su flauta de otro tiempo
y al alba
vuelve a su escondite:
se camufla en la otra cara de
Hay tanta soledad en las alcobas,
los armarios vacíos,
goteras... Un enjambre de polillas
se esconde de la luz
y la flauta del sapo
invade con su silbo mi memoria.
De "La flauta del sapo"
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