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RETORNO
Aurora.- 2005
Extenuados,
como corredores de fondo,
esperamos la hora del crepúsculo.
Un desenfreno de alas
de polillas se inmolan sobre el vapor
de las farolas de mercurio.
Es la hora de la puesta a punto de los relojes
de la noche, la señal
para olvidar, izar velas, partir
al otro lado de nosotros.
Con la amanecida, el retorno.
Tanta ceniza en los ojos, tanta desventura
de abrazos perdidos…
A partir de entonces consumimos
estériles verdades
hasta la hora de ajustar
de nuevo los relojes.
No se si ando confundida, pero este poema lo veo desde la perspectiva de un principio y un fin; la vida y la muerte a la que todos estamos destinados. Tal vez la lectura que yo le doy no sea la que el poema pretende, pero ya sabemos que en poesia las lecturas dependen del lector y su propia forma de analizar los versos.
ResponderEliminarUn beso, Aurora
Fina
Como tú dices, cada uno interpreta lo que lee según su forma de implicarse en ello. Los poemas no pretenden casi nunca nada, pero si alguien los lee y saca alguna conclusión, como es tu caso, su misión está cumplida.
EliminarGracias por tu visita. Un abrazo.
Me detengo en ese alto para ajustar también mi reloj, a pesar del frío. Froto mis manos y dejo en ellas el aliento de mi boca para calentarlas ilusamente. Doy dos pasos y miro al cielo. Vuelven a caer los copos de nieve mezclados con gotas de lluvia en una combinación perfecta que blanquea el suelo poco a poco. Mientras sucede todo esto retorno a la vida y escucho oel tic-tac del reloj sonar nuevamente en mi pecho.
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga, a pesar del frío, así que cuídate mucho.
Eso, miguiño... a pesar del frío, o tal vez por eso, qué importa. Muy bonita tu descripción, ya lo creo. Ese reloj no necesita cuerda, lo mueve tu afán poético.
EliminarUn abrazo. Te voy a mandar un correo, tengo que preguntarte una cosa.
Aurora:
ResponderEliminarUn excelente poema para describir la rutina del transcurso de una jornada.
Has conseguido plasmar una visión poética hermosa para algo tan cotidiano.
Un gran abrazo.
Bueno, excelente no lo sé, yo no me atrevería a decir eso, pero sí, es una interpretación, una más, del tiempo y su quimera.
EliminarUn abrazo también para ti.
Bellos versos, le han gustado mucho.
ResponderEliminarFelicitaciones
Un abrazo
Gracias, Marian, siempre tan gentil. Un abrazo.
EliminarEn cuanto aparte toda esa ceniza de la mirada, me pongo a ajustar el reloj. Otra vez.
ResponderEliminarAbrazos.
Me parece perfecto, y el hecho de apartar la ceniza de la mirada hará que no te equivoques en la hora y que el tiempo sea el real, algo... en fin, no sé dónde está la realidad del tiempo. Sabemos mucho de medirlo pero casi nada de su existencia.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias.
Es preciosa. Polillas, abrazos perdidos ... !!
ResponderEliminarEs difícil ajustar el reloj de la amanacida, pero hay que hacerlo.
Gracias Aurora
Polillas, de ésas que dejan agujeros en la ropa de lana y de las que ponen lunaritos en la madera, en fin... una peste.
EliminarUn abrazo.
Hay que ajustar los relojes, aunque, a veces, me gustaría detener el tiempo. Pasa la vida tan rápido...
ResponderEliminarMuy bonito, Aurora.
Un fuerte abrazo.
A todos nos gustaría detener el tiempo alguna vez pero, inexorablemente, pasa. Creo que se trata de aprovecharlo lo mejor posible. Gracias, Amalia, por tus visitas.
EliminarUn abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQUE BUEN FINAL LE HAS DADO A ESTE POEMA QUERIDA AURORA. TE ADMIRO AMIGA.
ResponderEliminarSON VERDADERAS JOYAS TUS OBRAS.
UNA MAESTRA.
BESITOS
PD GRACIAS POR TUS ELOGIOS A LA HORA DEL TÉ, LA VERDAD ES QUE BUSCO REEMPLAZAR CON PALABRAS LOS POCOS RECURSOS QUE TENGO CON RESPECTO A LAS PORCELANAS, PERO ME DA ILUSIÓN HACERLO.
CARIÑOS
Querida Luján: es un honor y un placer compartir tus tés. Hacerlo desde un lugar tan lejano tiene algo de mágico. Y el hecho de que, como tú dices, tus recursos sean escasos, no desmerece nada su calidad. Un té compartido es algo más que una infusión en una taza a propósito, es un aroma traído del confín de los tiempos, que ha recorrido miles de quilómetros para llegar a nuestros labios. No sé los recursos que tienes respecto a tacitas de té, pero eso es lo de menos, una taza se puede usar miles de veces, la misma con personas distintas. Entonces quienes la enriquecen son aquellos que resultan ser tus invitados y que son capaces de trascender el espacio y el tiempo para estar ahí a la hora de la cita.
ResponderEliminarUn abrazo, y piensa que cada palabra que nos dedicas vale un imperio en tazas de té.
Esta civilización ha avanzado tanto que hay que estudiar mucho para ser esclavo, sentenciaba alguien que no recuerdo. Por naturaleza el ser humano es creativo mediante su actividad diaria para procurarse su subsistencia. El problema se da cuando este proceso natural se interrumpe para ser usufructuado para un otro. Trabajar en una tierra que es de otro, en una fábrica que es de otro, vivir en una tierra que es de otro, vivir para el bienestar de otro y todo bajo el imperio de la medida del tiempo del día a la noche con la rigidez de sus cifras así los tableros sean blandos nunca se desintegrarán, ni perderán su puesto en la rigidez de las estructuras y de los sistemas, siempre estarán ahí como sueño o pesadilla. Un laberinto eterno de un solo circulo, de una única salmodia entre un tic y un tac que por siempre empieza y termina igual.
ResponderEliminarQuien no intente escapar del círculo con este poema ya jamás lo intentará ja ja ja.
Muy bien Poeta!!!
Mi gran abrazo!!!
Está visto que, casi de cualquier cosa, se puede escribir un tratado filosófico, sociológico, e incluso poético, si es que esto último puede considerarse un tratado. Bueno, si es tratado de tratar...
ResponderEliminarEl "sabio" que sentenció la primera frase de tu "mini-tratado" no puede estar más en lo cierto. Hay que estudiar mucho para ser esclavo... muchísimo. Y además, tener unas tragaderas bien dispuestas a que pasen por ellas toda clase de ruedas de molino, y ser capaces de caer en la inconsciencia de que eso es justamente lo que está pasando y dejarse llevar por la corriente para que el otro (persona, empresa, gobierno...) tengan el poder y los medios para ejercerlo. Ya todos los demás nos doblamos a recoger las migajas de un banquete de despilfarro y deshonestidades. Pero bueno, todo esto es más que sabido, y el que, o los que, inventaron la rueda dentada ya se encargaron de inventar la otra en la que ajusten los engranajes.
Mi primera novela "Las razones de Angélica" "As razóis d'Anxélica" en la lengua en que está escrita, es decir, gallego, trata de algo de esto. Y digo algo, porque al fin y al cabo es literatura. Se da la circunstancia de que hay esclavos de primera, de segunda... hasta de nada. Eso es lo que pasa por ejemplo en la República Democrática del Congo, en otras repúblicas, en monarquías como la nuestra, y un etc. que comprende exactamente todo el globo terráqueo a lo que podemos sumar la basura espacial producto de la locura de una civilización que ya busca metales en otros planetas.
Lo de las últimas carcajadas me encanta. Anda que no eres cáustico tú. Con ese poema lo máximo que podemos hacer es seguir esclavizados hasta por internet, que para eso está, para que la rueda gire más aprisa y se le afilen más los dientes.
Un abrazo, filósofo-sociólogo-ydemás.
ese espiral melancólico, cerca donde gira el tiempo inexorablemente,
ResponderEliminarse creó una nostalgiosa poesía
saludos desde Uruguay
Hola, Omar: bienvenido a este rincón sin más pretensiones que entretener. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarSaludos desde Asturias (España)
Un detenerse en el instante mismo de la vida, en ese crepúsculo en donde las verdades salen a flote y se confunden con un cúmulo de mentiras...un encuentro fugaz y, acaso, emotivo con nuestro propio yo y, de nuevo, a seguir andando caminos.
ResponderEliminarAh, me parece muy interesante el análisis que hace mi estimado Filósofo Aristos!
Muchas gracias Gustavo: ciertamente, el análisis que hace Aristos es muy interesante, como todos los que escribe; Aristos es capaz de filosofar hasta de las raíces de un pino; además su filosofar con mis poemas me permite a mí pseudofilosofar y enredarme en disquisiciones y pulsar teclas por pulsarlas. No todo está perdido, así mantengo las manos ágiles.
EliminarBien, aparte de la broma anterior, así es nuestro camino, la mayoría de las veces es una espiral que no sabemos adónde conduce, otras nos movemos en círculos concéntricos sin encontrar nunca ni un principio ni un final... pero es necesario seguir andando porque la misma vida nos empuja a ello.
Muchas gracias, saludos desde Asturias
¡Hola Aurora!
ResponderEliminarNos dejas un poema precioso, pero duro -melancólico a la vez: Que creo que nos muestra el comienzo de la existencia y desenlace de todo ser viente: la hora puede ser un crepúsculo o un amanecer, el destino es el que se encarga de parar el tic tac del reloj.
¡Me gustan las verdades fértiles, o eso, o nada! Mi enhorabuena Aurora, eres un encanto magistral. Y, es un placer enorme leerte.
Te dejo mi gratitud y mi admiración. Gracias por la amabilidad de acercarte a mi puertito marinero. Es un honor para mí.
Se muy feliz.
Me abrumas, Marina. No creo que haya nada en mis poemas, más que modestos, de lo que alguien pueda sacar profundas conclusiones. Bueno, Aristos; pero es que este gentil caballero lo que hace es hablar desde sus conocimientos y desde su capacidad de análisis. Pero yo me quedo... boquiabierta porque tengo muchas menos pretensiones cuando escribo que las que tú y él apuntáis.
EliminarDe todos modos, muchísimas gracias por tu amabilidad y por cada una de tus palabras. Un abrazo.
Aurora,gracias por tu visita a mi blog,que me facilita el camino para llegar al tuyo...
ResponderEliminarMe gusta esa perspectiva,que mira al hombre como "corredor y polilla",que se prepara para llegar a la noche y escapar de si mismo...Y en ella se perderá en los mundos del sueño o de la frustración y el silencio...Tenemos una gran asignatura pendiente y es el espíritu,sólo él nos ayudará a olvidarnos del tiempo y a crear nuestro propio cielo,sin esperar la noche...
Mi felicitación y mi abrazo grande por esas metáforas,que describen al hombre como un ser insatisfecho,que busca la luz de la noche y se quema en ella,porque no encuentra su propia luz..
Feliz noche,AURORA.
M.Jesús
Gracias a ti, María Jesús. Como en el reloj blando de Dalí, en el que tambièn se ven unas polillas, somos eso, seres blandidos por el tiempo que no sólo nos desgasta sino que reblandece nuestra razón, mientras las polillas horadan en los tuétanos del alma.
ResponderEliminarEsa asignatura pendiente de la que hablas, no sé dónde podremos encontrarla si no es en nosotros mismos. Creo que miramos demasiado hacia afuera cuando en nosotros están las soluciones. Pero tienes razón, es una asignatura pendiente.
Gracias por tus palabras y bienvenida.
Aurora, no llevo reloj, nunca lo he llevado. Aún así tengo una percepción bastante aproximada de la hora. Unas veces adelanto los minutos y otra los retraso como cualquier reloj analógico o digital. No sé si renunciando a esa pulsera atada a la muñeca, que te mantiene permanentemente informada de la hora y el minuto por el que se transita, es una tentativa absurda, inútil y disparatada de burlar el tiempo. O quizá por aquel dicho romano de que todas las horas hieren y la última mata.
ResponderEliminarEn tu poema late el tiempo irremediable, el precio que hay que pagar, el impuesto que hay que tributar para pasar por la vida. Un tic tac que se pone en marcha en el primer verso y nos transmite la fugacidad y la certeza final.
Brillante e intenso poema.
Siempre es un acontecimiento venir a leerte.
Un abrazo
Si los relojes fuesen de arena, o fuesen antiguas clepsidras, verías tú como nadie los llevaba en la muñeca... O sí; si se ponen de moda, como si es un cuerno. Pero bueno, bromas aparte, tienes razón, si atendemos a nuestro reloj interno, si nos habituamos a él, no nos hacen falta relojes mecánicos. Ocurre que, como tantas otras cosas, la mecánica ha sustituido a la Naturaleza y vamos perdiendo nuestras auténticas facultades. Los marinos ya no se guían por las estrellas,ni los campesinos siembran o cosechan según el ciclo de la luna... Sólo los animales mantienen ese poder. Y no se equivocan como nosotros. De todos modos, si es cierto (y tiene que serlo) que los Polos están desviándose, habrá que "ajustar los relojes". Los animales lo irán haciendo poco a poco, morirán muchos en el empeño,desorientados; pero, como siempre, sobrevirán los más fuertes.A nosotros nos queda la espectativa de ser "más listos" e inventar más aparatos que sigan inventando aparatos... En fin, vaya un discurso el mío de hoy.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, y mi afecto más sincero junto a un abrazo que, me temo, estará heladoooo.
ResponderEliminarQuién no quiere sentirse feliz siempre, y aunque la felicidad parezca a veces inalcanzable debemos luchar por conseguir esos momentos que poblarán nuestros recuerdos y nos ayudarán en momentos de absoluta opacidad.
Esta semana he estado de viaje y me he demorado sin apenas darme cuenta. Pero hoy tengo el gusto de pasar a saludarte y desearte un magnífico fin de semana!!
Sin olvidar que la mejor canción es la sonrisa de tus ojos,
melodías poéticas que mecen mis sueños.
****
Gracias Aurora, por dejar tus huellas en el jardín de la amistad para que se valla germinando. Mientras voy escribiendo estas humildes letras desde un hermoso rincón de Asturias.
Atte.
María Del Carmen
Muchas gracias, amiga asturiana. Es un placer. Todos los rincones de Asturias son hermosos... Vivimos en una tierra privilegiada.
ResponderEliminar"Sin olvidar que la mejor canción es la sonrisa de tus ojos,
melodías poéticas que mecen mis sueños"
Gracias por este regalo.
Aurora
"Es la hora de la puesta a punto de los relojes.. para partir
ResponderEliminaral otro lado de nosotros.."
Hora de magia cada vez que te leo.
Abrazos a tu corazón
Todas las horas pueden ser mágicas si nos empeñamos en ello.
ResponderEliminarGracias por tu generoso comentario.
Un abrazo.