POEMA PARA UN NIÑO ESPECIAL
Mi niño me mima
con dulce torpeza. Me
mira,
se ríe, me abraza y sopla las velas:
cinco veces cinco velas.
Se ríe… Se ríe del viento
que frunce de luz los geranios,
de la gata que ronronea durmiendo
de la risa que pone risa en sus labios.
Sopla las velas y ríe
porque ha cumplido otra vez
los cinco años.
Es tan grande y aún juega
con las serpentinas
del aire,
escucha cantar a los pájaros
y corre tras el color de su cometa.
Me mira y se ríe y se ríe sin mirarme.
Yo me río y lo miro y vuelvo a mirarlo
todo encendido de gozo y de risa.
Hermoso y tierno Aurora. Yo que soy padre me identifico plenamente con tu poema. Mis hijos cumplen una y otra vez esa edad tierna, año tras año, siempre los mismos cinco años.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Samuel, ¡cuánto tiempo! Los hijos siempre son pequeños, pero no es este caso. Felices cumpleaños de tus hijos, cada uno y de cada uno, y que los disfrutes mucho tiempo. Un abrazo.
EliminarAy, que bonita, es preciosa Aurora y ese " a pesar de todo" tiene su misterio. Besicos.
ResponderEliminarGracias. Pero si lo vuelves a leer a lo mejor descubres el misterio. Un abrazo y miminos a la nena.
EliminarTernura en este recordatorio de una obra universal que nos conecta con ese niño que una vez perdimos. El arte corre los velos hasta hacernos suspirar con la inocencia. Volver al origen aviva la pasión de la creatividad.
ResponderEliminarBesos Artista!!!
Hola ausente amigo bloguero. Lo que es asombroso es cómo cada uno interpreta el mismo texto cuando, a lo mejor, y digo "a lo mejor" hay otras intenciones por parte del "artista" como tú me llamas. Ni poeta, ni artista, ni... ni... alguien aficionado a encadenar palabras.
ResponderEliminarEspero que tu perrito esté ya bien, porque ése sí es un artista.
Un abrazo.
Aurora, es muy bello el poema... a la vez me llena de tristeza... me trae la imagen feliz de una madre y un niño, hoy perdido.
ResponderEliminarComo bien decís, siempre asombra la disparidad de sensaciones que pueden despertar las mismas palabras en distintos lectores. Un cariño!
No se pierde lo que no se olvida. Se puede ser feliz y estar triste. Se puede reír y llorar al mismo tiempo. El corazón conoce siempre sus razones. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es, lo importante es ver con los ojos del corazón. La ternura de su madre siempre estará con él y le ayudará en su camino, quizás difícil.
ResponderEliminarUn abrazo, Aurora. Que disfrutes de un buen fin de semana.
Seguramente difícil, Amalia. Esos niños "especiales" no lo tienen fácil nunca. Pero te aseguro que el cuadro que vi me conmovió por la felicidad que iluminaba a los dos. Un abrazo.
ResponderEliminarde seguro hay niños especiales que por su naturaleza parecen nunca crecer o ensimismados en un mundo que para nosotros es indescifrable...
ResponderEliminarmuy tierno poema que entrañe el sentimiento materno.
saludos!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTodos los niños son especiales, algunos lo son absolutamente y es verdad, crecen en un mundo que no entienden. Pero lo importante es intentar entenderlos a ellos y adaptarse a sus circunstancias. El "niño" del poema era feliz y eso es lo que sirve. Y su madre, por lo que yo vi, también. Y eso sí es un milagro. Un abrazo.
EliminarAurora el poema es inmenso...Ese niño que sopla "5 veces cinco velas"...Ese niño grande,que su alma es la de un niño inocente,que se paró en el tiempo y su madre lo sabe, lo mira,lo quiere y le duele...Realmente entrañable y solidario,amiga...Me duele esa madre,que ha sufrido tanto...y ese dolor la hizo más grande para seguir abrazando a su hijo con cuerpo de hombre...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre,compañera y amiga.
Feliz fin de semana,AURORA.
M.Jesús
Sí, el niño que se hizo hombre sin abandonar la ñiñez. Es curioso cómo las madres y los padres de estos niños dicen que no los cambiarían por ningún otro porque se sienten felices con ellos. Una pura lección de amor incondicional. Un hijo con cuerpo de hombre que sigue siendo niño. Ésa fue la escena que yo contemplé y que me conmovió tan profundamente. Volví al parque alguna vez pero no los vi nunca más. Lástima, porque el mismo Dios parecía estar entre ellos.
EliminarUn abrazo, María Jesús, y muchas gracias.
Aurora, que lindo.El titulo lo dice todo, esos niños grandes pero siempre pequeños, tienen un cariño especial. Un abrazo.
ResponderEliminarSon todo amor, Teresa. Estoy convencida. Y lo entregan sin resquicios, siempre. Un abrazo y muchas gracias.
EliminarUn tierno y emotivo poema Aurora, una lucha constante para estos admirables padres que brindan todo su amor y apoyo emcional a estos niños "especiales" que se han quedado por siempre jugando en la niñez.
ResponderEliminarFeliz domingo Pilar
Así es. Y el milagro es que los padres se han vuelto niños como ellos. Es el único modo de llegar a su alma. Muchas gracias, Pilar. Un abrazo.
EliminarQue cada día de tu vida sea más bello que el anterior
y que nunca te falte la ilusión de un nuevo amanecer.
Feliz despertar a este domingo vestido de cielo, calzado
de simpatía, mientras es peinado con hilos de madreselvas...
Un breve abrazo,
adueñado del sentimiento.
Atte.
María Del Carmen
Y para ti, toda la luz de los planetas de mayo.
ResponderEliminarPrecioso y delicado poema Aurora, hombres que son niños y así vivirán siempre, con esa inocencia que les caracteriza, su ilusión por las cosas sencillas y cotidianas, sin grandes aspiraciones hacia el egoísmo, son felices y dan mucho a los que les rodean. Niños a fin y al cabo hasta la eternidad. Me gusta la forma de tratar esa visión que tuviste en el parque, no todo el mundo sabe captar alegría en estas circunstancias, por desgracia, lo que perciben es tristeza y pena. Un fuerte abrazo Aurora.
ResponderEliminarComo tú dices "dan mucho" Yo vi algo insólito, no todos los que tienen algún problema son capaces de dar la vuelta a la visión de sus consecuencias, no es tan sencillo. Pero a veces, junto a un "niño especial" vive un "adulto especial", y viven el día a día y saben ver la inmensidad de un alma que se manifiesta de la única forma que sabe.
EliminarMuchas gracias, Lumi. Un abrazo.
HOLA QUERIDA AURORA
ResponderEliminarGRACIAS POR TUS HERMOSAS PALABRAS PARA MI Y MI MAMÁ A QUIEN RECUERDO SIEMPRE EN TODO MOMENTO PORQUE ERAMOS MUY UNIDAS, MUY AMIGAS, NOS PELEABAMOS MUCHO PERO ESO NO ERA NADA... AHORA QUE NO ESTÁ SIENTO UN TREMENDO VACÍO AUNQUE HAYAN PASADO DIEZ AÑOS.
TU QUE LA TIENES, DISFRUTALA MUCHO.
BESOS Y ABRAZOS.
Las peleas entre madres e hijas, no son tal... Es una forma de reafirmarse cada una y, como es lógico, terminan siempre en un abrazo. Es una pérdida irreparable pero vivirá siempre en tu corazón y en tus exquisitos tés.
EliminarA la mía la disfruto, además a sus 86 años está tan lúcida y sigue siendo tan inteligente y con la cabeza tan bien amueblada que espero aprender aún mucho de ella.
Un abrazo enormemente afectuoso.
Aurora, tu poesía, ya lo sabes, siempre me conmueve y no iba a ser distinto con este tierno poema.
ResponderEliminarMe emociona la mirada de la poeta que repara en esa niñez atrapada para siempre. Y su mundo, en tus versos, nos llega luminoso, transparente y hermoso.
Un abrazo
Ésa es la cara buena, pero es la que yo vi aquella tarde en un parque al final de la cuidad. Parecía que ambos amaban aquella verde soledad, seguramente no era la primera vez que iban. Se subían los dos a los columpios, corrían... el niño grande, más, la mamá un poco más fatigada. Me quedé mucho rato mirándolos y se dieron cuenta. Me sonrieron y yo les devolví la sonrisa. Sé que sabían que no era curiosidad lo que yo sentía sino admiración y una suerte de plenitud ante el cuadro.
EliminarLa otra cara la veo, la vemos, con demasiada frecuencia. Pero siempre hay algo angelical sobre esos niños.
Un abrazo, querida amiga.
Eran felices a pesar de todo. O, precisamente, por todo, cuando todo es cumplir los cinco años varias veces.
ResponderEliminarAbracitos
Exacto, en vez de "a pesar de todo", tal vez por eso mismo. Pero estoy segura de que hubo un largo y penoso camino para llegar a ese estado de ánimo. Un abrazo y muchas gracias.
Eliminar¡Hola: Aurora del alba, brillas como ella! Sobre todo en tus exquisitas e inteligentes letras.
ResponderEliminarLlevamos algo de niños dentro, casi todos nosotros y, es que además no queremos que crezca.
Es un poema magnifico, tierno y solidario a la vez. Enhorabuena amiga.
Sabes, adoro todo lo que escribes. Gracias por compartir tu sabiduría con todos nosotros.
Te dejo mi gratitud y mi admiración siempre.
Un abrazo y feliz semana.
Querida Marina, de aurora sólo tengo el nombre y no siempre amanezco brillando a no ser que me dé de frente el sol. De todos modos, gracias por tus gentiles y generosas palabras.
Eliminar¿Sabes? Hay tantísimos magníficos escritores que no me corresponde que adores nada en mí... aunque lo tomo como un amable comentario.
Un abrazo y feliz día.
"Con dulce torpeza, cinco veces cinco velas" poema contradictorio en el que se pinta una sonrisa tierna en la cara mientras una amargura disfrazada se cuela por las rendijas del alma. Alma blanca y pura con la que despertar cada mañana. Precioso!!!!!!
ResponderEliminarHumildemente te invito a compartir sensaciones: http://paperbubble.blogspot.com.es/
Saludos!!
Muchas gracias, Mónica.
ResponderEliminarEntro por primera vez a tu blog y me ha gustado mucho porque el tema de los niños me entusiasma.
ResponderEliminarEspero que te pases por mi blog, me añado a tus filas y volveré.
Un abrazo fuerte, desde mi Librillo.
Precioso. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias. Un abrazo.
EliminarRealmente bello Aurora.
ResponderEliminarTienen luz propia los versos.
Cariños.
Gracias, Adriana. La poesía y la luz van siempre parejas. Un abrazo.
EliminarTernura de poema dedicado a ese niño que es tan especial y amado, que aun este apagando cinco veces las velas de su pastel, " Es tan grande y aún juega
ResponderEliminarcon las serpentinas del aire".
Besos placer leerte y abrazo para ese niño hermoso..
Muchas gracias. Yo no consigo publicar ningún comentario en el tuyo. Un abrazo.
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