Más suaves... Ayer paseaba con mi madre por una veredita llena de chopos a los que habían caído las flores sin abrir a causa del exceso de lluvia. Nos entretuvimos en abrir la vaina y ver las pelusas, tan sutiles dentro de su concha. Como las niñas pequeñas... Un abrazo.
El vuelo de los milanos es poderoso, elegante... Pero aquí me refiero a los vilanos, esas pelusas de los álamos y de otras plantas como el diente de león que, al soplarlas, vuelan con su semilla a cuestas y que tanto incordian y molestan a los alérgicos. Muchas gracias. UN abrazo.
Pues sí, de liviandad y de la vida que sigue codificada en tan mínimo espacio. Podría ser, ya lo creo, una lección de sabiduría y de humildad. "Lo importante no es visible a los ojos" y los vilanos apenas dejan ver el mundo que siembran desde su dejarse ir con el viento. Muchas gracias.
Hola Aurora Pues no conozco a los vilanos por ese nombre, pues acá en ARgentina tampoco sé que nombre llevan. Yo solía jugar con ellos cuando era chica, son hermosos. Un besito querida amiga.
Sí que son hermosos. Es curioso, hay un insecto precioso, que aquí llamamos mariquita y ahí, al menos en BBAA, vaquita de San Antonio. Cuando estuve allá, me gustó tanto el nombre que ahora yo llamo también vaquita de San Antonio a las mariquitas. No sé si aquí lo llaman así en algún sitio, en todo caso yo no lo había oído nunca. Las ví sobre unas flores en la terraza de una cafetería cuyo nombre no recuerdo, bajo la sombra de un ombú, al lado de la Chacarita, en Buenos Aires y tengo presente la imagen del insecto al que el sol arrancaba leves destellos rosa. Los vilanos nos hablan de la vida que se integra en lo más hondo de la Naturaleza para perpetuarse y usa de ella sin dañarla. Deberíamos aprender tantas cosas... Un abrazo, querida amiga.
Pues sí, querida Felicidad. Levedad, liviandad a capricho del viento, cargados de vida por nacer... Son preciosos, o al menos a mí me lo parecen. Un abrazo grande.
Gracias, pero no puede ser más simple. Necesitaría un hijo enterado de estos menesteres... pero eso es un lujo que sólo algunas se pueden permitir. La mía es un lujo, pero en informática anda como yo o peor. Biquiños y miminos a Inés.
No sé si opinarán lo mismo los alérgicos al polen que tan mal lo pasan. Pero aparte de ese inconveniente, a mí me parecen un regalo espléndido como cualquier semilla que permita subsistir al mínimo brote de vida. Buenos días, madame. Un abrazo.
Pues sí, Aurora, son bonitos.
ResponderEliminarUn abrazo "miguiña"
Miguiño, seguro que soplaste más de uno, sobre todo de diente de león. Un abrazo.
EliminarParece que su misión es volar con el viento. Como una nevadita.
ResponderEliminarUn abrazo.
_Síiiii... el viento los lleva y los trae. Están justamente diseñados para eso, para esparcir la semilla que portan. Un abrazo.
EliminarComo tu dices, lindos pero incordiantes
ResponderEliminarbesos
Pues sí, sobre todo si eres alérgica....buffff. Un abrazo.
EliminarSon como tus letras, suaves. Besicos.
ResponderEliminarMás suaves... Ayer paseaba con mi madre por una veredita llena de chopos a los que habían caído las flores sin abrir a causa del exceso de lluvia. Nos entretuvimos en abrir la vaina y ver las pelusas, tan sutiles dentro de su concha. Como las niñas pequeñas... Un abrazo.
Eliminar...la lenta levedad de los milanos.
ResponderEliminarCuantas veces he seguido su vuelo indeciso hasta perderlos...
Qué hermoso.
El vuelo de los milanos es poderoso, elegante... Pero aquí me refiero a los vilanos, esas pelusas de los álamos y de otras plantas como el diente de león que, al soplarlas, vuelan con su semilla a cuestas y que tanto incordian y molestan a los alérgicos. Muchas gracias. UN abrazo.
EliminarLindos, grágiles y sutiles.
ResponderEliminarBuen comienzo de semana, abrazos Pilar
Gracias, Pilar. Un abrazo.
EliminarFlotar en el aire, sin rumbo fijo, a capricho del lado que se sople.
ResponderEliminarCurioso Pensamiento el tuyo.
manolo
A merced del viento,hacia cualquier rincón en el que puedan dejar su semilla y abrirse a una nueva primavera. Un saludo.
EliminarTestimonio de liviandad, los vilanos. Esa liviandad que nos va haciendo más hondos, más sabios, quizá más felices.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues sí, de liviandad y de la vida que sigue codificada en tan mínimo espacio. Podría ser, ya lo creo, una lección de sabiduría y de humildad. "Lo importante no es visible a los ojos" y los vilanos apenas dejan ver el mundo que siembran desde su dejarse ir con el viento.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Hola Aurora
ResponderEliminarPues no conozco a los vilanos por ese nombre, pues acá en ARgentina tampoco sé que nombre llevan. Yo solía jugar con ellos cuando era chica, son hermosos.
Un besito querida amiga.
Sí que son hermosos. Es curioso, hay un insecto precioso, que aquí llamamos mariquita y ahí, al menos en BBAA, vaquita de San Antonio. Cuando estuve allá, me gustó tanto el nombre que ahora yo llamo también vaquita de San Antonio a las mariquitas. No sé si aquí lo llaman así en algún sitio, en todo caso yo no lo había oído nunca. Las ví sobre unas flores en la terraza de una cafetería cuyo nombre no recuerdo, bajo la sombra de un ombú, al lado de la Chacarita, en Buenos Aires y tengo presente la imagen del insecto al que el sol arrancaba leves destellos rosa.
EliminarLos vilanos nos hablan de la vida que se integra en lo más hondo de la Naturaleza para perpetuarse y usa de ella sin dañarla. Deberíamos aprender tantas cosas...
Un abrazo, querida amiga.
Aurora, lo anhelable de los vilanos, sin duda, son su levedad y su poético y efímero vuelo al capricho siempre de los vientos.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues sí, querida Felicidad. Levedad, liviandad a capricho del viento, cargados de vida por nacer... Son preciosos, o al menos a mí me lo parecen.
EliminarUn abrazo grande.
Cada vez me gusta más este blog
ResponderEliminarGracias, pero no puede ser más simple. Necesitaría un hijo enterado de estos menesteres... pero eso es un lujo que sólo algunas se pueden permitir. La mía es un lujo, pero en informática anda como yo o peor. Biquiños y miminos a Inés.
EliminarY cumplen la función que les asigna la sabiduría de la naturaleza. No podemos quejarnos de ellos, que tanto nos ofrecen.
ResponderEliminarBuenas noches, madame.
Bisous
No sé si opinarán lo mismo los alérgicos al polen que tan mal lo pasan. Pero aparte de ese inconveniente, a mí me parecen un regalo espléndido como cualquier semilla que permita subsistir al mínimo brote de vida.
EliminarBuenos días, madame. Un abrazo.