sábado, 27 de octubre de 2012



Sirenas- Gustav klint



NAVEGANTE SOLITARIO

Era  navegante solitario,
timonel y lo que un barco requiere
para cruzar mares
menos procelosos que los que asomaban
a sus ojos.
Volvía de madrugada
de rondar a una sirena: sobre el hombro, el remo,
a su espalda el amanecer
cautivo de las aves cazadoras.

En la cantina de un puerto sin mar
y sin olvido, cazalla y güisqui de barril.
En las ingles el calor de un recuerdo
redondo de salitre y en el pelo las algas
que la nieve cinceló
entre las cárcavas y el viento.

Marinero de río, guardián de las riberas,
pez abisal que transmuta las madrugadas
en ardientes estrellas infinitas,
en sus manos guardaba la edad de las encinas
y el vuelo transparente
                                   y breve de la efímera.



6 comentarios:

  1. Bonito poema Aurora, plagado de metáforas muy lindas que relatan esa vuelta del navegante solitario.
    Un abrazo y feliz domingo.

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  2. Como en la vida, al final, todos somos navegantes solitarios.
    Un abrazo, Rafael, ¿cuándo volvéis por aquí?

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  3. Aurora, el poema refleja la soledad que cada ser humano debe arrastrar por los mares de su vida.
    Bello poema.
    Un abrazo

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  4. Hola, bello poema lleno de sentires. Un placer leerte. Cuídate.

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